dimecres, 1 de setembre del 2010

Petit somni de butxaca

"La profesión de guía es una de las más hermosas que existem, porque el hombre la ejerce sobre la tierra que aún permanece virgen.

En nuestros días, pocas cosas siguen siendo como eran; ya no existe ni la noche, ni el frío, ni el viento, ni las estrellas. Todo se ha neutralizado. ¿Dónde está el ritmo de la vida? ¡Todo va tan aprisa y hace tanto ruido! El hombre con prisa ignora la hierba de los caminos, su color, su olor, sus reflejos cuando el viento la acaricia.

Qué curioso es el encuentro entre la naturaleza humana y los relieves del planeta: hombres en completo silencio. ¿Una fuerte pendiente de nieve dura como un cristal?La escalan y rubrican su trabajo: una huella irreal. ¿Una roca hermosa como un obelisco? Destruyen la ley de la gravedad y se ganan el derecho de pasar por cualquier parte. No persiguen una aventura; solamente viven, hacen su trabajo. En el verano se levantan todos los días de madrugada para interrogar al cielo y al viento. El día anterior estaban inquietos: largas nubes rayaban el oeste. Temían que la noche se estropeara: la Vía Láctea brillaba con excesiva crudeza, el frío se hacía esperar. Pero el viento del norte se ha levantado; el cielo y la nieve están en condiciones; el guía puede despertar a su cliente y salir. En ese momento una cuerda une a dos seres con una sola vida; el guía se ata a un desconocido que va a convertirse en un amigo: cuando dos hombres comparten lo bueno y lo malo, dejan de ser desconocidos."

"Estrellas y borrascas", 
Gaston Rébuffat



Serra del Cadí, desembre del 2009

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